En esta entrada voy a hurgar ni más ni menos que en las raíces
de la ciencia económica.
Nos situamos en el siglo XVIII, cuando por primera vez
Vincent de Gournay proclamó la conocida frase “Laissez faire et laissez passer,
le monde va de lui même; «Dejen hacer, dejen pasar, el mundo funciona solo»”,
esta frase iba dirigida en contra del intervencionismo del gobierno en la
economía francesa de aquella época. Más tarde Adam Smith, al calor de la revolución
francesa, popularizaba esta idea en su libro de “La riqueza de las naciones”,
libro utilizado casi como una biblia por miles de economistas posteriores a su
tiempo, e incluso en la actualidad. Y estos seguidores, llamados liberales han
mantenido una batalla con los llamados intervencionistas (o Keynesianos), a lo
largo de estos siglos recientes. En esta batalla, no ha sido la sangre, si no
la tinta la que ha corrido por las miles de publicaciones llevadas a cabo entre
estos dos destacados bandos. Sin embargo esta discusión carece de sentido, ya
que son dos caras de la misma moneda.
¿Qué quiere decir que sean dos caras de la misma moneda?
Para empezar, el término laissez-faire carece de toda lógica
matemática. Tú no puedes laissez-faire el mundo, no puedes hacer que funcione
por el mismo, ya lo hace, no es algo que podamos decidir que pase o que no
pase, somos parte de él, no somos algo exterior a él que lo puede alterar o
dejarlo que funcione por el mismo, porque es algo que ya hace. Entonces el
propio gobierno intervencionista es un acontecimiento libre que ha sucedido a
través de la voluntad libre del pueblo, de cómo funciona el mundo por el mismo.
Y las reglas que salen de él, son todas acorde a como el mundo va funcionando.
Si de términos franceses se trata, para definir en una frase la realidad no
tendríamos que decir “laissez-faire” sí o no, sino más bien “Il fait”, que
vendría a decir que “Él hace”.
¿Esto qué quiere decir?, ¿Qué los miles de economistas
andaban equivocados?
No voy a discutir si andaban o no equivocados, pero en la
mayor parte puedo asegurar que se trataba no de una discusión de como la
economía funcionaba mejor, sino de cómo podría beneficiar a ciertos grupos u
otros, después de todo la economía es una ciencia social que involucra a las
personas. Y si hay lobbies influenciando la política o las revistas económicas,
podemos inferir porqué muchas veces les
interesa decir que haya libre mercado para poder adueñarse de empresas rentables
públicas, o decir que no, que mejor intervencionista, y así poder utilizar las
leyes estatales a su favor.
Como siempre, el ser humano muchas veces intenta simplificar la realidad haciendo divisiones (liberales vs intervencionistas), cuando en el fondo carece de fundamento alguno. Aunque me queda decir que muchas veces es útil para tener una mayor facilidad desarrollando teorías, aunque nos alejan de la realidad.
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Todo esto se debe a que la economía como ya he dicho es
una ciencia social, y hasta que no se descubra como funcionamos al 100%, es
decir sabiendo todos los inputs que recibe una persona conoceremos a ciencia cierta
los outputs (sabiendo toda la información de una persona se puede predecir cómo
actuará siempre), en mi opinión nunca se va a saber al 100% como actuará una
persona, razonamiento que explicaré en mi siguiente entrada. Si quieres recibir
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