Empezaré definiendo el juego, que yo viendo sus posibilidades estuve a
punto de realizarlo en mi época de estudiante en el colegio, pero luego al
descubrir su inviabilidad a largo plazo desistí:
La bola funciona de la siguiente manera: tú metes una cantidad de dinero y
recibes 8 veces lo que has metido. ¿Suena tentador verdad? Por ejemplo metes 10 euros y recibes 80.
¿Así, sin más?
Más o menos, lo que tienes que hacer es meterte en una bola que esté en
funcionamiento, y asegurarte que haya más gente que se quiera meter, y
finalmente recibirás tus 80 euros.
Lo explicaré con un diagrama, imaginemos que te digo que hay una bola en
funcionamiento, y que solo queda una persona para rellenarla, y que si te
metes, conseguirás estar dentro del sistema, cómo en la siguiente imagen:
Tu posición sería la zona verde circundada por un círculo rojo, en el
momento en el que los 8 han pagado al del centro (amarillo), esta persona que
en un principio había puesto sus 10 euros, ahora se va con sus 80 euros. En ese momento el amarillo desaparece, y la
bola se separa originando dos bolas, haciendo que tú avances en posición, y por
tanto más cerca de conseguir tus 80 euros:
Por tanto, ahora los interrogantes son nuevos participantes que hay que
encontrar para que las bolas continúen, pero tú estando en la bola de la
derecha, en la zona verde con el círculo rojo, te es indiferente los
interrogantes de la bola de la izquierda, tú lo único que quieres es que tu
bola siga funcionando, ya que eso es lo importante para pasar a la siguiente
fase, y para que ocurra, los componentes de tu bola habréis de encontrar 8 personas
que participen en tu nueva bola, y así la persona que ocupa la zona gris se
vaya, y se creen otra vez, otras dos bolas, y consigas avanzar:
Hasta finalmente, en la tercera y última ronda, salir del juego con tus 80
euros:
Parece un juego interesante, y que puede funcionar, lo único que se
necesita es gente que quiera jugar… pero ahí es justo dónde está el problema.
Me explicaré:
Puede ser que al leerlo te hayas percatado del comportamiento exponencial
del sistema, aunque no les hayamos seguido el rastro, había otras bolas que
seguían funcionando por ahí, y que requerían también de personas que se
metiesen en su juego. Si contamos cuántas personas se necesitasen para terminar
todos los ciclos abiertos, tendríamos que al principio se necesitaban 8, luego
cómo surgían otras dos, se necesitaban 8 para cada una, es decir 16, luego
serían 32… y así sucesivamente, la cantidad de personas necesarias en función
de las rondas abiertas se puede simplificar en esta sencilla fórmula:
Personas involucradas en el juego = 8*2^(n-1)
Siendo
n el número de rondas en el que estamos.
Esto es una forma de simplificar la realidad, ya que no todas las rondas
terminarían en el mismo tiempo, ya que eso depende de la habilidad de la gente
dentro de cada bola en conseguir a más personas, pero para el caso imaginemos
que terminan al mismo tiempo, dado que es una buena manera de aproximar
cálculos.
En
el momento en el que han pasado 31 rondas, habrá ya más de 8 mil millones de
personas jugando (8,589,934,592), esto supera la población mundial, por tanto
el juego se colapsaría, y los últimos en incorporarse, se quedarían sin dinero.
Y al ser un juego de suma cero, no habría un aumento de riqueza,
simplemente se habría movido el dinero existente de unas manos a otras.
¿Qué
pasaría si se añadiese el supuesto de que las personas se pudiesen volver a
meter en la bola?
Muy
sencillo, al ser exponencial, llegaría un momento en el que dada la magnitud de
la cantidad de dinero que debemos depositar tendería al infinito, por lo tanto
el sistema colapsaría por dos razones:
1)
No se
tiene dinero infinito
2)
Si
todo el mundo tuviese dinero infinito, su valor sería 0, por tanto no tendría
sentido
La conclusión es que la bola en ningún momento puede funcionar a largo plazo,
por tanto las primeras personas que se meten serían las únicas en conseguir sus
80 euros, o incluso ni siquiera las primeras personas conseguirían el dinero,
ya que hay mucha gente que no se metería por desconfianza, o por saber que no
es viable.
Por lo tanto, ya conociendo cómo funciona esto, nos debemos hacer otra
pregunta que tiene aire de metafísica, pero es muy acertada:
¿Cómo surgió la primera bola?
¿?¿?¿?¿?
Si nos paramos a pensar, nunca pudo surgir de la nada. ¿Quién fue el listo
que dijo, oye, yo me pongo en el centro?, eso nunca pasó. Ahora con esta
pregunta hemos abierto los ojos, y nos damos cuenta de que algo huele mal en el
inicio de este juego. Y aquí es dónde la cosa se pone más turbia.
¿Qué pasa si te digo que los colores que vistes al principio dentro de la
bola, no eran personas, sino que me los he inventado yo? Que te dije que eran
personas, que ya estaban jugando, pero realmente es una mentira, que cada vez
que alguno de esos colores salga con sus 80 euros en mano, me los llevaré yo,
que he sido el que he creado este juego. Y que si los 7 colores consiguen su
dinero, yo me habré llevado 7*80=560€.
¿Y qué pasa si te digo que en vez de empezar con 10 euros, se empieza con
1000, y el que sale se lleva 8000€? En ese caso me habría llevado 56.000€ de la
nada, simple y llanamente aprovechándome de la ignorancia de la gente con
respecto a cómo funciona el sistema, habrá gente que se lleve su dinero, sí,
pero dado que el sistema tiende a colapsar, habrá otra mucha gente que lo
pierda.
Si me has seguido hasta aquí, solo puedes pensar, wow, un sistema que
aparentemente rentaba y daba dinero, después de desnudar su entramado, y
examinar con lupa sus componentes, resulta que ya ni a medio ni a largo plazo
puede funcionar, ya que para una persona que conoce esto, en vez de meterse en
la bola “original”, empezará su propia bola, sin meter un duro, y consiguiendo
mucho dinero.
De esto se pueden sacar dos conclusiones para la economía:
1)
El
movimiento de dinero exponencial (la bola) no genera riqueza, sino una falsa
sensación de crecimiento económico al principio, para en el medio-largo plazo
desmoronarse.
2)
El
que comienza el juego, es el que saca la mayor rentabilidad, por tanto siempre habrá incentivos a generar este tipo de sistemas
Ahora como prometí, todo esto se puede extrapolar al sistema bancario, y
porque esos pinchazos que va teniendo, no es más ni menos que los colapsos que
teníamos en la bola, y que nunca podrá funcionar establemente. Pero antes de desmoronar
todo nuestro sistema económico, recobremos el aliento, y pongámosle un título a
la siguiente parte:
La bola monetaria
Para empezar quiero que se entienda muy bien que la relación entre nuestro
sistema monetario y la bola no es directa, pero los mecanismos y por ende los
problemas si lo son. Para comprender mejor esto, empezaré con un poco de
historia.
Antes de que existiesen los billetes, se comercializaba sobre todo con oro,
esto hacía complicado el día a día, ya que si querías pagar una gran suma,
debías ir completamente cargado. Las personas por seguridad no guardaban todo
su oro en casa, sino que lo depositaban en una especie de banco, dónde se lo
guardaban, para dar fe que era su dinero le daban un papel firmado de que tenía
esa cantidad de dinero.
Esos papeles no tardaron en usarse también como dinero, ya que en cualquier
momento podían cambiarse por oro. Pero esto raramente pasaba, ya que era más
cómodo utilizar los papeles en vez del oro contante y sonante. Los dueños de los depósitos de oro no
tardaron en darse cuenta de esta situación, y la aprovecharon en su favor
creando más papeles del oro que tenían, es decir estaban ganando dinero de la
nada (como los creadores de la bola, estaban vendiendo humo).
Este sistema se vio cambiado cuando se abolió el sistema patrón oro, que
fue sustituido por el sistema crediticio, es decir que los bancos centrales
eran los únicos que deciden el dinero que hay en circulación, con independencia
del oro, y los que les dan el valor (algo así como decir esta bola es la
original, y la que debéis seguir).
Por supuesto esto no ha frenado el juego, los bancos comerciales se dieron
cuenta que las personas no suelen ir al banco a sacar pasta, o al menos no
todos a la vez, también se originó la idea de pagar a través de la tarjetas de
crédito sin utilizar los billetes, lo que viene siendo la evolución del billete
(o la segunda ronda de la bola).
Pero la relación más obvia con la bola es el interés que se recibe por una
inversión (ya sean acciones, bonos del estado, o el depósito de un banco). Esta
es una relación más compleja, pero si nos abstraemos la podremos comprender:
Al ingresar tu dinero en las acciones de una empresa, ésta se va a esforzar
en sacar un rendimiento positivo, es decir, una vez descontados todos los pagos
a sus trabajadores, proveedores, etc, tiene un beneficio (esto no pasaría en
competencia perfecta, pero es algo que no vemos en nuestro sistema económico),
y precisamente este beneficio es el que hace que tu dinero sea multiplicado por
más de uno (1,05 por ejemplo si es un 5%), y al estar multiplicado por encima
de uno, este sistema descubrimos que es exponencial. Y por tanto tenemos los
mismos problemas que en la bola, de un sistema con movimiento exponencial de
dinero. Y los pilares de nuestro sistema económico empiezan a temblar ante esta
noticia, porque por fin hemos descubierto la naturaleza de esos pinchazos, que
no son ni más ni menos que los colapsos que teníamos en nuestras bolas.
Las conclusiones:
-El banco central (una especie de creador de la bola) absorbe riqueza de
una manera artificial
-No importa el crecimiento real en la economía, siempre habrá colapsos
debido al comportamiento exponencial del sistema
Aquí cabe preguntarse si conociendo mejor los fallos en el sistema económico
en el que vivimos, podíamos mejorarlo hacia uno más estable. Quizás con la
utopía de un mercado de competencia perfecta, sin beneficios, al no ser un sistema
exponencial de movimiento de dinero no tendríamos estos problemas, en
posteriores artículos investigaré sobre la posibilidad de otras opciones. Pero
al ser la ciencia económica dependiente del ser humano, puede incluso que sea
cuestión de una evolución en la conciencia global.
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