Como
explicaba en mi artículo anterior, las medidas de austeridad impuestas
principalmente por Alemania hacen que Europa vaya perdiendo fuerza, y se quede
rezagada con respecto a las principales potencias.
Hoy
hablaré de un descubrimiento reciente, y es que el principal argumento de los
defensores de la austeridad ha perdido su credibilidad.
El
principal argumento era que si un país superaba el 90% de deuda pública, el
crecimiento económico cae en picado; Rogoff y Reinhart publicaron este estudio en
la American Review of Economics (AER), una prestigiosa revista que obliga a
revisar los artículos antes de publicarlos, así como identificar el software
que utilizas y hacer públicos los datos. Pero lo publicaron en una edición
especial en la cual, no son tan meticulosos con los requerimientos, ya que
buscan ideas provocadoras a medio desarrollar. Pero aunque no estuviesen
certificadas, al comisario de economía europeo Olli Rehn,
el ministro del Tesoro británico George
Osborne, y el congresista republicano Paul Ryan,
les importó poco y las utilizaron como estandarte de su posición austera.
Pues
bien, fueron numerosos los economistas que intentaron calcular con diversos
métodos ese umbral del 90%, sin conseguir nada parecido desde
mayo de 2010, que fue cuando se publicó el debatido artículo.
Hasta
que Rogoff y Reinhart permitieron que unos investigadores analizasen la hoja de
cálculo en Excel (Esto no es muy frecuente, ya que los economistas suelen
utilizar programas más sofisticados), en el que se descubrió cómo habían
procedido a hacer los cálculos de una manera más que cuestionable, omitieron
datos y tuvieron un error de codificación en Excel, por lo que finalmente se
puede concluir, como han dicho otros analistas, que existe una relación entre
una elevada deuda y un crecimiento lento, aunque no se puede afirmar cual
provoca cual.
Personalmente, soy enemigo de la austeridad, ya que genera una reducción de los gastos asumidos por el gobierno, y en los gastos que está reduciendo presupuesto, son precisamente los que un país sin estado terminaría generando (Educación, I+D..etc), ya que son los que nos aportan un futuro. Y con la supresión de estos gastos es pan para hoy y hambre para mañana.
Personalmente, soy enemigo de la austeridad, ya que genera una reducción de los gastos asumidos por el gobierno, y en los gastos que está reduciendo presupuesto, son precisamente los que un país sin estado terminaría generando (Educación, I+D..etc), ya que son los que nos aportan un futuro. Y con la supresión de estos gastos es pan para hoy y hambre para mañana.
Por consiguiente, el estado tiene que buscar un equilibrio entre lo que recauda y lo que
invierte, y lo que está haciendo es recaudar de una manera torpe; quitando el
dinero a los consumidores, evasión de impuestos…etc., e invierte de una manera
más torpe si cabe, teniendo a una gran cantidad de funcionarios ineficientes,
especialmente políticos (que cobran por no hacer nada), invirtiendo en la
construcción de aeropuertos o autopistas fantasmas (que uno se pregunta si
puede influir que tengan amigos en empresas de la construcción). Por
tanto, reitero que las medidas se tienen que focalizar hacia una mayor
liberalización del mercado, ya que nuestro gobierno hace algo mal y a medias.
En
definitiva, el estado que tenemos en una vergüenza, con todas las letras, por
tanto las dos opciones son reestructurar el sistema político, o como explicaba
en mi artículo “países sin estado”, suprimirlo en su inmensa mayoría, dejando
exclusivamente servicios básicos.
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