domingo, 10 de febrero de 2013

PAÍSES SIN ESTADO


En mi anterior artículo "la crisis de las utilidades" se generaba un debate con un lector, en el que se planteba la siguiente pregunta:

¿Es el mercado, por sí mismo, capaz de incentivar la inversión filantrópica en actividades que la sociedad valora, como por ejemplo, en educación pública?

Esta pregunta es un poco complicada ya que parte desde el punto en el que no hay estado, algo que hasta ahora no ha sucedido en ningún lugar ya que el estado ha existido en todos los sistemas económicos modernos.
Para preguntarnos como sería un sistema de estas características podríamos hacer el siguiente experimento mental:

Imaginemos que en un país desarrollado estalla una revolución pacífica que deroga al estado para suplantarlo por empresas que se dediquen a gestionarlo.

Obviamente todas las empresas de ese país tendrían que llegar a un acuerdo para proveer de los servicios por los cuales las personas no pagarían  (servicios de limpieza, carreteras, policía, construcción de infraestructuras tales como aeropuertos…etc) ya que sin estos se generaría un caos y se tendría que volver a la democracia o incluso a la dictadura.

Por tanto estas empresas dedicarían un porcentaje de sus beneficios a cubrir todas las necesidades de sus habitantes para que no se marchen a otro lugar.

Por tanto lo más lógico para que esto suceda es que se cree una empresa de dirección que regule estos fondos y pague o genere otras empresas que se dediquen a cada labor en particular; unas al servicio de limpieza, otras a la construcción de carreteras…etc.

La empresa de dirección ante la pregunta de si debería destinar fondos hacia una educación pública o debería dejarlo en manos privadas, le interesará que cuantas más personas y con mayores conocimientos haya en un futuro las empresas funcionaran mejor, y se obtendrá mayor poder económico. Por tanto parece obvio que aparte de ser lo más igualitario, ya que un niño no tiene la “culpa” por así decirlo que sus padres ganen más dinero o menos dinero, todas las personas son igual de capaces.

Sobre otras inversiones en labores filantrópicas como por ejemplo ayuda en el paro, en personas con discapacidades físicas o mentales me baso en un ejemplo que pasa hoy en día, y es que las personas que actualmente más dinero ganan son las que más dinero destinan a fondos altruistas, ya sea por mejorar la imagen de sus empresas, marketing, o buena consciencia, pero el hecho es que lo hacen y podremos imaginar que lo mismo sucedería en países en los que no haya estado.

Supongamos por otro lado que este país empieza a funcionar perfectamente, siendo igual de justo y mucho más eficiente que los otros países. Generando por tanto nuevas revoluciones pacíficas derogando todos los estados e imitando al nuevo modelo económico, lo que generaría que las personas tienen la posibilidad de moverse de un país a otro, pero aquí radica un nuevo problema añadido que nos tenemos que plantear ¿Estos sistemas de dirección dejarían entrar a todo el mundo, o les pondrían restricciones? La respuesta más intuitiva es que sí pondrían restricciones, ya que un país que esté generando mucho bienestar a sus ciudadanos tendrá mucha demanda y por consiguiente mucha inmigración. No obstante este lógicamente querría a los mejores ciudadanos para su país, y la mejor manera de “llamar” a estos ciudadanos es creando una buena imagen en su país: haciendo inversiones filantrópicas.

Por tanto me aventuro a concluir que un mercado sí que sería capaz de incentivar estas inversiones, sin embargo notamos que el “sistema de dirección” que he planteado es bastante parecido a lo que podría ser un estado, ya que en mi opinión es el propio mercado el que crea este organismo. Por tanto la respuesta para que haya un mercado más productivo no es eliminando al estado, si no hacerlo más eficiente.

*Esta entrada es una modificación de un artículo de mi primo Jaime Luque, gran econometra e investigador, su artículo se puede encontrar aquí en inglés: http://works.bepress.com/luque/2/*

5 comentarios:

  1. En tu artículo me gustaría dar un matiz y es que en una economía pura de mercado las empresas privadas que proveerían servicios públicos generarían ingresos por sí mismas. Estos ingresos provendrían de los consumidores que pagarían el precio de mercado por esos servicios. No necesitarían que otras empresas les subvencionaran.

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  2. En lo referente a lo que has dicho de que las propias empresas generarían los ingresos, estoy de acuerdo contigo, pero se crearía una gran inestabilidad, ya que un ejército o el cuerpo de policía controlado por las empresas más poderas generarían un colateral de violencia muy grande.
    O la imposibilidad de poder ir al hospital, o que no vaya la ambulancia a un accidente por no tener dinero generaría un gran malestar público.
    Por tanto creo que para esos servicios mínimos tendrían que ponerse de acuerdo las empresas y generar un especie de mini-estado.

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  3. Coincido contigo: 1) debe haber un estado que tenga el monopolio de la violencia, y 2) una sanidad totalmente privada resultaría en que los menos desfavorecidos nunca tendrían acceso a ella. Este segundo punto es muy complicado y está en constante debate. Pero también creo que una sanidad 100% pública es ineficiente.

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  4. El estado probablemente se debilitara, pero "las empresas", habrán desaparecido mucho antes. Las corporaciones y el modelo empresarial son conceptos del siglo XIX y XX basados en la revolución industrial del XIX y consumista del XX. Hoy cualquiera desde su casa puede comerciar.La organización del siglo XXI sera gestionada por robots de software, se pagaran impuestos ante una hacienda digital y global mucho menos que ahora, los estados se convertirán en comunidades online donde lo territorial no sera determinante, usted podrá vivir en España y sin embargo ser de un estado online al que pagara impuestos y este le proveerá de sanidad y educación este donde este. Los costosos políticos desaparecerán, el valor principal no serán las material primas ni el capital, sera el conocimiento, la capacidad de crear tecnología.

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  5. Es muy interesante lo que dices Jaume Mora, pero en los dos puntos en los que no coincidimos es que desaparecerán las empresas (estas aunque no se le llamase empresas siempre han existido, una persona que cambiaba pieles por pescado en el paleolítico era un empresario), lo único que sucede es que evolucionan.
    Y en cuanto a que será un robot el que gestione las actividades empresariales no estoy tan de acuerdo, ya que infravaloras la capacidad creadora del hombre, ya que es quien construye ese software, y esta límitado a funcionar según los algoritmos que le haya implementado.
    Y otra persona se le pueden ocurrir otros nuevos que funcionen mejor. Asique creo que la componente humana siempre estará.
    Y por último lo de vivir en un estado online es muy original.

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